No te gusta Eurovisión hasta que lo pones (para criticar)

No sé cuántos festivales de Eurovisión habré visto en mi vida, pero lo que sí tengo claro es que desde que tengo redes sociales lo vivo intensamente, no, lo siguiente.

Me explico.

Yo soy de esas horribles personas que critican eurovisión considerándolo un gasto innecesario y además politiqueo disfrazado de canciones mejores y/o peores. Nunca he tenido el más mínimo interés en verlo y, cuando lo he visto, ha sido porque yo estaba a lo mío con la televisión de fondo ya sea porque otra persona en mi casa sí lo veía o para hacer lo típico de señoras personas solitarias, que es poner la tele para que te acompañe.

¿Qué pasa? Que una vez lo tengo puesto en la televisión y le echo un vistazo, la magia de la música Europea (incluida la australiana, porque todo el mundo sabe que durante la etapa Eurovisión el continente Australiano migra a Europa) y, sobre todo, CRITICAR LAS ACTUACIONES vía Twitter, Facebook… Te absorbe el alma y te convierte en un monstruo cruel a la par que ingenioso que ya le gustaría al salao de Risto Mejide.

Lo mismo no seremos famosos por nuestras puestas en escena en Eurovisión, pero todo queda compensando por nuestra increíble capacidad para crear los comúnmente denominados memes con todas las cagadas anécdotas que ocurren durante el festival.

De verdad yo no sé cómo tanta mente creativa no está trabajando para Google, o algo, yo que sé.

Y ahí me encuentro yo, la que repele este tipo de concurso flowerpower de unión entre naciones dándole duro a Twitter para comentar en vivo y en directo junto con los demás Eurofanses el jolgorio que hay ahí montado. 

Cómo somos, que nos pasamos el resto del año a hostias pero cuando estamos de acuerdo en meternos con algo somos Los Serrano (sólo que esto no es un sueño de Antonio Resines, por desgracia).

Empezamos: 

Que si menudas pintas lleva ese, que si menudo traje feo, que si menuda pareja rara (porque SIEMPRE hay una pareja hombre-mujer que parece sacada del videoclip de Amo a Laura), que si vaya actuación más sosa, que si demasiado ruidosa, ¿y ese baile de dónde lo han sacado?, y, finalmente, llegamos a la actuación española…

Llegados a este punto, otra cosa característica de nuestra sangre hispana es eso de saber reírnos de nosotros mismos, aunque por esta misma razón nos tomemos a coña cosas demasiado serias, pero bueno, seriedades a parte...

Como ejemplo de esto mismo tenemos al señor Chikilicuatre, que hizo las delicias de las mentes más cachondas de este nuestro país con su pedazo de tema con baile pegadizo incluido, el CHIKI CHIKI (lo bailan loh heavy tambié loh frikih). En el puesto número 14 quedó, ahí es nada.

Dale cañita, Rodolfo.

Aunque creo que nada va a superar el La la la ganador, de Massiel (y sus copazos).

Que lo mismo muy movido no es, pero para la época tuvo que ser el despelote, digo.

Este año no seguí en directo la gala, pero no es necesario ni mucho menos si tienes Twitter, porque te enteras de TODO y, además, como ya he comentado, te enteras en clave de humor gracias a la pedazo de imaginación de los creadores de contenido humorístico (eufemismo súper enorme de los que hacen memes, vaya). Es que soy muy fan, de verdad.

Lo único que tengo que decir al respecto del chaval que parece el niño del Colacao, ¿Yahel?, en crecidito, el cual ha ido a representar a mi país, es que todas las penas se pasan tirando de canciones de ayer y de hoy que siempre te alegran:

Do it for your gallo, do it for your gallo, baby.